sueño 245
Mi hermana y yo estamos en un edificio donde uno se siente muy cómodo y feliz, y, sin embargo, ambas tenemos la necesidad de salir en busca de algo. En cuanto cruzo el umbral de la puerta en dirección al exterior una sensación de miedo invade mi cuerpo. Fuera hay guerra y dentro se estaba muy seguro. Miles de soldados nos apuntan con sus armas; va a ser muy difícil que sobrevivamos al ataque indiscriminado que se está librando. Creo tenerlo todo perdido cuando veo a un soldado que todavía es un niño apuntándome directamente a la cabeza. No tengo escapatoria, no me queda más remedio que pasar por su lado. Estoy aterrorizada, sé que es el fin. Cierro los ojos y avanzo de espaldas hacia él esperando el disparo. Llego a su lado y le suplico repetidas veces que no me mate: “please, don’t do it!”. Curiosamente no lo hace. Me llevo su pistola. La calle está llena de gente y no sé si son enemigos o aliados. Ninguno lleva uniforme, así que deduzco que son lo segundo. No sé qué hacer con el arma, me da vergüenza tenerla aunque nadie se sorprende de verme con ella. Pienso en deshacerme de ella, pero me doy cuenta de que quizás pueda hacerme falta más adelante.
1 Comments:
Gracias por tu comentario Noxo. Este sueño es de hace algún tiempo, de cuando me inquietaba abandonar el nido familiar y enfrentarme a la vida fuera del mismo(guerra), al género masculino(soldados con sus armas) y a la posibilidad de ser madre (niño) sin sentirme preparada. Es mi interpretación personal que imagino que al ser mía propia, será la verdadera.
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